correr al fuego,
apagar tu aliento.
Como si el viento fuera a jugar siempre con mis deseos flotantes de consumirte,
tragarte en pocos segundos.
Sentirte un poco más abajo de mis entretelas,
sentir crujir mis entrañas con mis palmas suaves fabricadas sólo para tus pensamientos.
sentir crujir mis entrañas con mis palmas suaves fabricadas sólo para tus pensamientos.
Un día cualquiera volaré tan alto que tus ojos caeran al mar por mi reflejo,
ahogandose entre las olas por mi ausencia tan completa.
Nadarás y nadarás,
como yo nadé en tu cuerpo aquellas noches donde tu ebriedad permitía mi interrumpción
en tu talento extravagante de colores exitantes.
El mar se partirá en dos,
como el mío ahora está,
dolor,
traición,
decepción,
y amor en desamor.
Pedirás mi respiración artificial en tu boca calurosa, ahora seca de tanta agua que brindaste
en tus penurias.
Salud...y Adiós.
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