domingo, 30 de enero de 2011
martes, 18 de enero de 2011
Maldita poesìa.
Yo sé,
ya te dejé un tiempo a solas,
porque la soledad me había abandonado.
Entonces me alimenté por la sonda de los días,
penetrando emociones tan variadas como pensamientos en mi mente dislocada.
He vuelto,
porque hace un rato decidí estar sola y simplemente escribirte.
Te he sido infiel,
porque al escribirte estaba ensimismada en él,
él que me enseñó quizás a no olvidarte nunca,
y no,
no son escusas para salvarme de tu molestar,
son declaraciones para que tengamos un lazo más profundo.
Te extrañé y lo confieso,
Pero en ese entonces no lo sabía,
lo sé ahora que te tengo de vuelta entre la punta de mis dedos ( para no decir lengua ),
ahora que siento tantas cosas en un suspiro,
el viento acolchonando mi pelo rizado en la sombra de tus hojas,
bailando y celebrando este reencuentro inesperado, como un cliché cotidiano pero cierto,
mientras sea cierto no importa cuantas veces se repita.
Listo,
me aburriste,
ya no puedo escribirte más,
ya no estoy más sola,
te tengo a ti.
Maldita poesía.
ya te dejé un tiempo a solas,
porque la soledad me había abandonado.
Entonces me alimenté por la sonda de los días,
penetrando emociones tan variadas como pensamientos en mi mente dislocada.
He vuelto,
porque hace un rato decidí estar sola y simplemente escribirte.
Te he sido infiel,
porque al escribirte estaba ensimismada en él,
él que me enseñó quizás a no olvidarte nunca,
y no,
no son escusas para salvarme de tu molestar,
son declaraciones para que tengamos un lazo más profundo.
Te extrañé y lo confieso,
Pero en ese entonces no lo sabía,
lo sé ahora que te tengo de vuelta entre la punta de mis dedos ( para no decir lengua ),
ahora que siento tantas cosas en un suspiro,
el viento acolchonando mi pelo rizado en la sombra de tus hojas,
bailando y celebrando este reencuentro inesperado, como un cliché cotidiano pero cierto,
mientras sea cierto no importa cuantas veces se repita.
Listo,
me aburriste,
ya no puedo escribirte más,
ya no estoy más sola,
te tengo a ti.
Maldita poesía.
martes, 11 de enero de 2011
El besador.
El era un besador de primera categoría,
claro que de trofeos ni sabia,
las señoritas por él, iban y venían.
Y no era mentira,
esas mujeres desnudas tratando de incentivar lo mejor de cada amargura.
Cuanto cuento en hoja, tan gastada la cobija,
tanto frìo que abriga el pensamiento erótico por unas pocas horas.
Otra vez cuento y no miento.
El era un besador sin partida ni meta,
pero aún así era el mejor de todos.
pero aún así era el mejor de todos.
Ya se me olvidaba que estaba tan cansada,
caminè medio dìa, pero pensè el dìa intero,
hasta que me fallò la memoria,
como ahora.
¿Pero para què?
Pero para què decir que soy libre de ti?,
si estoy el dìa entero encarcelada a tu imagen en mi cabeza,
a tus palabras en mis labios,
y a tus miradas en mi pupila vibrante.
sábado, 8 de enero de 2011
jueves, 6 de enero de 2011
lunes, 3 de enero de 2011
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