domingo, 20 de marzo de 2011

Dispocisión al pensamiento,
incluso cuando la fiebre anestesia mis penurias
y alegrías de aire nuevo.
Nuevos aires.

He viajado con el cansancio amontonado a mis espaldas,
con la incertidumbre conquilleando la planta de mis pies y el bajo de nuca para mirar hacia atrás sin deber hacerlo, pero con el destino conquistando en la palma de mis manos.

Lástima que las palabras de amor se me quedaron en Chile,
pero ya engendrarán otras desde acá,
acá donde estoy y soy ahora,
donde vine a ser nuevamente,
sin saber como ni en que momento,
pero SOY.

Al consejo de las calles,
de esas nuevas esquinas bañadas en insurrección, jamas antes desfilando por mis ojos,
tengo ahora... una sutil parálisis de curiosidad,
maldito sea lo nuevo que me tiene como vieja,
estática, sin poder moverme,
AUN.

Hoy es como si hubiese vuelto de donde vine,
volví a escribirte,
a ti maldita,
que te llaman POESÍA,
que te elogian como si fueras alguien,
pero eres tú la que se balancea en mi para ellos,
para ustedes.
Que lo nuevo siempre sea bueno,
más aún cuando de noche gobierna el humor parido por los ojos.

Aquí estoy,
presente por un rato indefinido,
volviendo a lo distinto,
a los distinto...
a lo distinto.