miércoles, 8 de diciembre de 2010

Combate dulce.

Cayeron de golpe aquellos ojos de miel
en pleno combate de amargura,
se levantaron con el vientre herido
por el calor ardiente desquerido.

Aguardamos un momento en silencio
todos juntos la batalla del olvido
para recordar unida a tu pueblo
la tierra descolorida, madre de flores
suspendidas en peldaños de amoríos.

Compañera ve mi llanto, sube conmigo
hasta la cima del rebelde encanto, no
mires hacia abajo porque volveré al
quebranto del cual me costó un horizonte
balancearme.

Ay mujer desnuda que golpeas como mares
entre candados de mariposas multicolores
de su amo, sálvame del cielo que me atormenta
con sus paños tibios enfiebrados.

Cura la locura de mis ojos que brotan
lágrimas de fuego desde el techo
de tus pérdidas humanas, y que recorren
el choque de cuerpos insensatos.

Sigue conmigo el bruto camino de tierra
porque es aquel el que con sincera mirada
de raíces nos espera para levantar nuestra
arpillera de esperanzas al siglo de nuestros
seguidos ideales.

¡Toma tu silencio y dispara desde tus entrañas
al rival delante de su cara para recitar que de tu pueblo
no te separa!

Junta luceros con esmero para un
mundo de guerreros y hácelos brillar en cada corazón
humilde de tus ancestros compañeros que han sembrado
nuestros destellos.

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