domingo, 24 de octubre de 2010

Aquella canción.




Cuando era tan sólo una niña cantaba una canción con mi madre, caminábamos juntas y tarareábamos en las veredas calurosas de la cuidad.

Decía algo así como: "Y poco a poco fui escondiéndome en tu piel, la serpentina de tu boca me atrapó..."

Y vaya que me atrapó esa canción, han pasado más de diez años y aún la recuerdo como si hace algunos minutos hubiera llegado de aquella vereda calurosa.

Lo malo es que mi madre no recuerda como se llamaba la canción, que triste...

Después decía algo así como: "Jazmín de luna, bañaba tu pelo, y ardía en tus ojos la noche de enero"

Vaya que me arden los ojos de tanto buscar en mis recuerdos el nombre del autor.

No quiero morir sin antes saber como se llama esa canción. De viaja no, prefiero morir ahora de un infarto y no darme cuenta que nunca logré mi meta.

Después terminaba con algo así como: "Como un fantasma cruzaba las calles"

Yo no sé nada de fantasmas, pero pensándolo bien, si muero de un infarto, después me encuentro con aquel fantasma y listo! le pregunto el nombre de la canción.

No hay comentarios:

Publicar un comentario